Los servicios informativos de TVE han estado, y lo siguen estando, al servicio del partido en el poder, del Psoe. Es algo obvio y manifiesto. Han sido unos servicios desinformativos que han actuado al son que les marcaba directa o discretamente el poder. Ejemplos hay mil que se podrían relatar. Los últimos los que se indicana continuación. Incluida la cobradía de los mandamales de culpar A UNA becaria de una noticia que DESEABAN ARDIENTEMENTE. Otras perlas:
Del Consejo de Ministros del viernes pasado, no se contó que había adjudicado 5,5 millones de euros en ayudas a asociaciones de la Memoria Histórica y a los nombramientos del Gobierno en funciones. Ya no hay que hacer propaganda. ¿Para qué? Sólo importan los hechos. Y los que molestan se borran: Así, no se informó de que ETA exigía a sus presos que no muestren arrepentimiento para ganar beneficios.
Tampoco se habló del informe del Tribunal de Cuentas que detecta anomalías en la actuación del Gobierno durante la presidencia de la UE dando contratos a dedo. La misma inexistencia televisiva para la multa de Bruselas a España por el retraso en pagar a los agricultores afectados por la crisis del pepino.
De Rajoy no se cuenta su compromiso de que el Rey sea la primera persona que conozca su nuevo Gobierno. TVE es muy tajante en eso de que líder del PP aún no es presidente, y por eso tampoco mencionan la carta que le escriben los disidentes cubanos dándole la bienvenida y pidiéndole firmeza con los Castro. También se ignoran las declaraciones de Arenas en las que propone suprimir las tarjetas de crédito en las instituciones. De Alfonso Guerra se ocultan las declaraciones críticas con las ideas de Zapatero de “jovencitos al poder y mujeres primero”.
Se cargaron LA GACETALa cadena rectificó la noticia aunque nadie asumió la responsabilidad de la misma, es más, se echó la culpa a una becaria.
Estos son los servicios informativos que acaban de recibir un Premio Ondas tras lo que su director, Fran Llorente, aseguró: “Este premio es sobretodo de los millones de españoles que hoy se sienten orgullosos de la información de TVE, y que cada día nos exigen una información libre y honesta”.
El pueblo español necesita unos servicios informativos claros, caiga quien caiga, por ello habrá que limpiar el ente público RTVE de todo el lodazal que lo ha poblado en los últimos años. Al carrer por torpes, sectarios y partidistas.
domingo, 4 de diciembre de 2011
sábado, 22 de octubre de 2011
El comunicado de ETA: NADA DE HITO HISTÓRICO, Jaime Mayor Oreja
En carta dirigida a La Razón deja al descubierto las vergüenzas de los asesinos de ETA y sus compinches (compañeros de viaje). Zapatero dice que no hubo comtrapartida política: Le parece poco que se haya legalizado Bildu. Cuanto dinero e información maneja ahora ETA y sus discípulos. Le parece poca contraprestación. Hombre, que lo diga Zapatero, sabemos de su niovel ético y moral, pero que diga lo mismo Rajoy, clama al cielo.
Texto de la carta de Mayor Oreja
El anuncio por parte de ETA del cese definitivo de la violencia debe, una vez más, ser analizado en el marco del proceso del que el mismo forma parte para entender su auténtico significado y objetivo. Son muchos los que se han apresurado a calificar el comunicado de ETA como un hecho histórico. Consideran un hecho histórico que la banda terrorista haya dado un paso más en su permanente juego semántico.
A lo largo de los últimos años hemos ido pasando del «cese indefinido» de la violencia al «cese permanente de carácter general» y de ahí al actual «cese definitivo». ¿Es realmente un hito tan histórico como algunos quieren verlo esta evolución semántica? A mi juicio, de hito histórico tiene poco. De movimiento táctico y estratégico, mucho. Y, por ello, ahora, como siempre, no debemos dejarnos engañar.
Con este nuevo comunicado, ETA recorre la recta final del proceso de negociación con el Gobierno para iniciar la senda del desafío. Porque, para ETA, lo determinante no son los términos que utiliza en sus progresivos comunicados estratégicos. Lo determinante para ETA es potenciar y calibrar su capacidad de obtener poder político, fundamentalmente en las próximas elecciones vascas. Para ETA, las elecciones generales constituyen unas primarias dentro del mundo del nacionalismo vasco. En ellas, va a medir su capacidad real de liderar. Y, si los resultados de las mismas le son favorables, buscará cuando lleguen las elecciones vascas situarse a la cabeza del nacionalismo, de tal manera que su proyecto de ruptura de España se consolide en el conjunto de las fuerzas nacionalistas, lideradas por ETA.
Para ellos no queda ya mucho trecho que recorrer en el marco del proceso de negociación que ha venido manteniendo con el Gobierno. Ya no se trata de seguir un proceso, del que ya ha obtenido en gran medida los réditos que buscaba, sino de transformar ese proceso en un desafío nacionalista sin precedentes. Y el modelo de ese desafío no va a ser Irlanda del Norte, a pesar de que así pudiera parecer a la vista de los personajes que acudieron a la conferencia de San Sebastián. El modelo que va a utilizar ETA como referente es el de Kosovo, con sus sucesivas declaraciones unilaterales de secesión e independencia, con el respaldo internacional que ya ha obtenido.
Para recorrer ese camino, ya no necesita una negociación con el Gobierno de España. Lo que necesita y lo que constituye su siguiente objetivo es el poder político en el País Vasco, que le permita lanzar ese desafío unilateral de ruptura. El comunicado del jueves es un paso más, sin duda relevante, en todo ese proceso que ha sido pactado entre ETA y el Gobierno de Zapatero y del ahora candidato Rubalcaba. Un proceso que requería gestos y movimientos de ambas partes. Así, en las elecciones del pasado 22 de mayo, el esfuerzo lo hizo el Gobierno, permitiendo que Bildu concurriese a las mismas. Ahora, el esfuerzo lo ha hecho ETA, que al fin y al cabo estaba en deuda con un Gobierno que había llevado a cabo dos gestos, que le había hecho dos regalos tan fundamentales como la legalización de Bildu y la Conferencia de San Sebastián.
Estos regalos mutuos entre ambos no forman sino parte de un guión ya pactado. La consecuencia del mismo es abocarnos en el futuro más inmediato a ese desafío que constituye el gran objetivo al que no ha renunciado en absoluto una ETA que ha pagado su deuda con el Gobierno con un comunicado que la mantiene tan viva y decidida como lo ha estado siempre a seguir impulsando su proyecto de ruptura.
Texto de la carta de Mayor Oreja
El anuncio por parte de ETA del cese definitivo de la violencia debe, una vez más, ser analizado en el marco del proceso del que el mismo forma parte para entender su auténtico significado y objetivo. Son muchos los que se han apresurado a calificar el comunicado de ETA como un hecho histórico. Consideran un hecho histórico que la banda terrorista haya dado un paso más en su permanente juego semántico.
A lo largo de los últimos años hemos ido pasando del «cese indefinido» de la violencia al «cese permanente de carácter general» y de ahí al actual «cese definitivo». ¿Es realmente un hito tan histórico como algunos quieren verlo esta evolución semántica? A mi juicio, de hito histórico tiene poco. De movimiento táctico y estratégico, mucho. Y, por ello, ahora, como siempre, no debemos dejarnos engañar.
Con este nuevo comunicado, ETA recorre la recta final del proceso de negociación con el Gobierno para iniciar la senda del desafío. Porque, para ETA, lo determinante no son los términos que utiliza en sus progresivos comunicados estratégicos. Lo determinante para ETA es potenciar y calibrar su capacidad de obtener poder político, fundamentalmente en las próximas elecciones vascas. Para ETA, las elecciones generales constituyen unas primarias dentro del mundo del nacionalismo vasco. En ellas, va a medir su capacidad real de liderar. Y, si los resultados de las mismas le son favorables, buscará cuando lleguen las elecciones vascas situarse a la cabeza del nacionalismo, de tal manera que su proyecto de ruptura de España se consolide en el conjunto de las fuerzas nacionalistas, lideradas por ETA.
Para ellos no queda ya mucho trecho que recorrer en el marco del proceso de negociación que ha venido manteniendo con el Gobierno. Ya no se trata de seguir un proceso, del que ya ha obtenido en gran medida los réditos que buscaba, sino de transformar ese proceso en un desafío nacionalista sin precedentes. Y el modelo de ese desafío no va a ser Irlanda del Norte, a pesar de que así pudiera parecer a la vista de los personajes que acudieron a la conferencia de San Sebastián. El modelo que va a utilizar ETA como referente es el de Kosovo, con sus sucesivas declaraciones unilaterales de secesión e independencia, con el respaldo internacional que ya ha obtenido.
Para recorrer ese camino, ya no necesita una negociación con el Gobierno de España. Lo que necesita y lo que constituye su siguiente objetivo es el poder político en el País Vasco, que le permita lanzar ese desafío unilateral de ruptura. El comunicado del jueves es un paso más, sin duda relevante, en todo ese proceso que ha sido pactado entre ETA y el Gobierno de Zapatero y del ahora candidato Rubalcaba. Un proceso que requería gestos y movimientos de ambas partes. Así, en las elecciones del pasado 22 de mayo, el esfuerzo lo hizo el Gobierno, permitiendo que Bildu concurriese a las mismas. Ahora, el esfuerzo lo ha hecho ETA, que al fin y al cabo estaba en deuda con un Gobierno que había llevado a cabo dos gestos, que le había hecho dos regalos tan fundamentales como la legalización de Bildu y la Conferencia de San Sebastián.
Estos regalos mutuos entre ambos no forman sino parte de un guión ya pactado. La consecuencia del mismo es abocarnos en el futuro más inmediato a ese desafío que constituye el gran objetivo al que no ha renunciado en absoluto una ETA que ha pagado su deuda con el Gobierno con un comunicado que la mantiene tan viva y decidida como lo ha estado siempre a seguir impulsando su proyecto de ruptura.
domingo, 21 de agosto de 2011
Uno de los capones que le van a caer a Zapatero antes de finalizar su desgobierno
Pérez Reverte le dedica este repaso al ínclito Zparo y a Rubalcaba, que algo ha tenido que ver en la situación
No quiero, señor presidente, que se quite de en medio sin dedicarle un recuerdo con marca de la casa. En esta España desmemoriada e infeliz estamos acostumbrados a que la gente se vaya de rositas después del estropicio. No es su caso, pues llevan tiempo diciéndole de todo menos guapo.
Hasta sus más conspicuos sicarios a sueldo o por la cara, esos golfos oportunistas -gentuza vomitada por la política que ejerce ahora de tertuliana o periodista sin haberse duchado- que babeaban haciéndole succiones entusiastas, dicen si te he visto no me acuerdo mientras acuden, como suelen, en auxilio del vencedor, sea quien sea. Esto de hoy también toca esa tecla, aunque ningún lector habitual lo tomará por lanzada a moro muerto. Si me permite cierta chulería retrospectiva, señor presidente, lo mío es de mucho antes. Ya le llamé imbécil en esta misma página el 23 de diciembre de 2007, en un artículo que terminaba: «Más miedo me da un imbécil que un malvado». Pero tampoco hacía falta ser profeta, oiga. Bastaba con observarle la sonrisa, sabiendo que, con dedicación y ejercicio, un imbécil puede convertirse en el peor de los malvados.
Precisamente por imbécil.Agradezco muchos de sus esfuerzos. Casi todas las intenciones y algunos logros me hicieron creer que algo sacaríamos en limpio. Pienso en la ampliación de los derechos sociales, el freno a la mafia conservadora y trincona en materia de educación escolar, los esfuerzos por dignificar el papel social de la mujer y su defensa frente a la violencia machista, la reivindicación de los derechos de los homosexuales o el reconocimiento de la memoria debida a las víctimas de la Guerra Civil.
Incluso su campaña para acabar con el terrorismo vasco, señor presidente, merece más elogios de los que dejan oír las protestas de la derecha radical. El problema es que buena parte del trabajo a realizar, que por lo delicado habría correspondido a personas de talla intelectual y solvencia política, lo puso usted, con la ligereza formal que caracterizó sus siete años de gobierno, en manos de una pandilla de irresponsables de ambos sexos: demagogos cantamañanas y frívolas tontas del culo que, como usted mismo, no leyeron un libro jamás. Eso, cuando no en sinvergüenzas que, pese a que su competencia los hacía conscientes de lo real y lo justo, secundaron, sumisos, auténticos disparates. Y así, rodeado de esa corte de esbirros, cobardes y analfabetos, vivió usted su Disneylandia durante dos legislaturas en las que corrompió muchas causas nobles, hizo imposibles otras, y con la soberbia del rey desnudo llegó a creer que la mayor parte de los españoles -y españolas, que añadirían sus Bibianas y sus Leires- somos tan gilipollas como usted. Lo que no le recrimino del todo; pues en las últimas elecciones, con toda España sabiendo lo que ocurría y lo que iba a ocurrir, usted fue reelegido presidente.
Por la mitad, supongo, de cada diez de los que hoy hacen cola en las oficinas del paro.Pero no sólo eso, señor presidente. El paso de imbécil a malvado lo dio usted en otros aspectos que en su partido conocen de sobra, aunque hasta hace poco silbaran mirando a otro lado. Sin el menor respeto por la verdad ni la lealtad, usted mintió y traicionó a todos.
Empecinado en sus errores, terco en ignorar la realidad, trituró a los críticos y a los sensatos, destrozando un partido imprescindible para España. Y ahora, cuando se va usted a hacer puñetas, deja un Estado desmantelado, indigente, y tal vez en manos de la derecha conservadora para un par de legislaturas. Con monseñor Rouco y la España negra de mantilla, peineta y agua bendita, que tanto nos había costado meter a empujones en el convento, retirando las bolitas de naftalina, radiante, mientras se frota las manos.Ojalá la peña se lo recuerde durante el resto de su vida, si tiene los santos huevos de entrar en un bar a tomar ese café que, estoy seguro, sigue sin tener ni puta idea de lo que vale.
Usted, señor presidente, ha convertido la mentira en deber patriótico, comprado a los sindicatos, sobornado con claudicaciones infames al nacionalismo más desvergonzado, envilecido la Justicia, penalizado como delito el uso correcto de la lengua española, envenenado la convivencia al utilizar, a falta de ideología propia, viejos rencores históricos como factor de coherencia interna y propaganda pública.
Ha sido un gobernante patético, de asombrosa indigencia cultural, incompetente, traidor y embustero hasta el último minuto; pues hasta en lo de irse o no irse mintió también, como en todo. Ha sido el payaso de Europa y la vergüenza del telediario, haciéndonos sonrojar cada vez que aparecía junto a Sarkozy, Merkel y hasta Berlusconi, que ya es el colmo. Con intérprete de por medio, naturalmente. Ni inglés ha sido capaz de aprender, maldita sea su estampa, en estos siete años
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